Ya estamos instalados en la nueva casa, pero quedan tantas cosas por hacer que a veces me entran escalofríos. Me cuesta mucho adaptarme a los cambios y un cambio de casa es uno de los más traumáticos que puede haber, sobre todo para mí que paso mucho tiempo en casa ya que trabajo también en ella. Pero intento pensar en positivo para no agobiarme más de la cuenta. 

Se supone que cuando una cambia en algún sentido es para mejorar, pero con la casa no siempre sucede. Al final, siempre vas a echar de menos cosas que tenías en la casa anterior. Pero lo importante es concentrarse en qué mejoras va a suponer la nueva casa con respecto a la antigua. Por ejemplo, en relación a los muebles, sí que vamos a apostar por algo diferente.

Hasta ahora nosotros no éramos de invertir mucho tiempo (ni dinero) en muebles, pero con esta casa queremos sentirnos lo más a gusto posible. Por ejemplo, hemos ido a Comprar cabeceros de cama diseño moderno para la nueva cama. En la antigua ni siquiera teníamos cabecero y eso que mi mujer insistió bastante al principio. Pero yo no le veía mucha utilidad: yo soy de esos que, si no ve una utilidad muy práctica para un mueble, prefiere no tenerlo.

Pero ahora he empezado a cambiar un poco de perspectiva en relación a la nueva casa. Queremos hacerla nuestra lo más rápido posible, que no parezca que estamos de paso, como casi ha siempre ha sucedido. Cuando entro en una nueva casa, como siempre sé que no será la última trato de evitar una conexión emocional demasiado fuerte con ella para que no me cueste dejarla cuando llegue el momento. Pero ahora sé que es un enfoque equivocado porque eso supone tener siempre la sensación de estar de paso. 

Al Comprar cabeceros de cama diseño moderno y otros muebles de diseño estamos diciéndonos a nosotros mismos que esta es nuestra casa, aunque en realidad solo estemos de alquiler. Pero es la mejor manera de llamar a un sitio ‘hogar’ y tener esa sensación de serenidad que hasta ahora no hemos encontrado.