Hazlo tú mismo 

Ha sido un año de locos y la mayoría de nosotros nos hemos visto obligados a cambiar unas aficiones por otras, o recuperar algunas perdidas. Es el caso de mi mujer que durante la época en la que no se pudo salir de casa afrontó el aburrimiento volviendo al corte y confección. Lo cierto es que siempre ha sido algo que le ha gustado, pero no tenía suficiente tiempo para ello. Todo cambió desde hace un año y ha vuelto a los orígenes.

Y a mí me parece muy bien porque buena parte de las personas han matado el tiempo libre con más tecnología, más series, más redes sociales: en definitiva, con estar más conectados, algo que desde luego no puedo ser bueno a largo plazo, a pesar de que da la sensación de que incluso se está fomentando. Pero mi mujer dijo que que no quería seguir viendo las noticias cada día para escuchar siempre lo mismo y que estaba hasta las narices de series y Twitter. Que lo que quería aprender era como hacer cortinas con cinta pasabarras. Pues muy bien.

Y tal era mi aburrimiento que yo también me desconecté y seguí con atención sus progresos. Me dijo que iba a cambiar las cortinas de buena parte de la casa pero que las confeccionaría ella misma, empezando por el dormitorio. Lo cierto es que nunca me había parado a pensar en cómo se puede coser una cortina. Y mi mujer me enseñó. Hasta colaboré un poco pero cuando ella se dio cuenta de mi nivel, decidió que volviera a mi posición de ayudante y observador.  

Cuando la situación empezó a mejorar y se levantó el arresto domiciliario, mi mujer no olvidó su nueva afición. Al contrario, había encontrado una afición sana, práctica y antiestrés. No tardó en aprender como hacer cortinas con cinta pasabarras y terminó las cortinas del dormitorio. Lo siguiente sería ponerse con las de la cocina para las que ya tenía elegido el patrón. Mucho mejor esto que estar viendo las series que antes se conocían culebrones de forma despectiva.