Un ascenso 

Empecé como colaborador en aquel estudio de diseño gráfico y publicidad. Al principio, tan solo me encargaban algunos textos de vez en cuando. Conocía a una de las chicas que trabajaba allí como diseñadora y cuando tenían todos los copy ocupados hacían algunos encargos externos, y yo era uno de los externos. Poco a poco les fue gustando lo que hacía mientras yo complementaba mis trabajos con formación en diseño gráfico. Y un día, por fin, me contrataron. 

Uno de los primeros saltos adelante que di fue cuando empecé a encargarme de algunas campañas sin colaboración. Recuerdo que uno de los primeros trabajos de este tipo fue diseñar toda la imagen y los textos promocionales de una clínica estética incluyendo el diseño de cajas de envios personalizadas que la clínica iba a enviar a los clientes en Navidad como reconocimiento a su fidelidad. No recuerdo haber sentido demasiada presión pese a que sabía que me estaba jugando bastante con aquellas campañas.

Y yo creo que uno de los secretos de prosperar en un trabajo es no tomárselo más en serio de la cuenta. Desde luego tampoco hablo de ‘pasar de todo’, pero si ya eres una persona bastante perfeccionista tampoco conviene creer que te juegas la vida cada día, y de que el siguiente movimiento va a ser el definitivo. 

Un par de años después ya me pusieron al frente de un equipo liderando campañas más complejas. Ahora ya no solo había que diseñar cajas de envíos personalizadas, sino que teníamos que hacer una gran campaña para una cadena de restaurantes. Tampoco es que al principio pensase mucho en mi ‘ascenso’ pero debo admitir que cuando llegó el momento de presentar la idea al cliente sí que dormí un poco regular la noche anterior. Pero aquella campaña fue bastante bien y me mantuvieron al frente de un equipo.

Supongo que uno no sabe si puede ser líder hasta que no te piden que lo seas. Y no es que sea una posición que me fascine, pero tampoco lo hago del todo mal. La cuestión es tratar de ayudar al equipo en todo lo que puedas para que todo el mundo se siente moderadamente confiado en sus posibilidades.