OBSESIÓN CON LAS ESTAMPILLAS

Desde que era un niño me ha gustado lo que es coleccionar las colecciones de estampillas de fútbol. Por norma general solía coleccionar solamente los álbumes de los mundiales de fútbol. Me falta el de argentina 1978 para completar la colección de veinte años desde el mundial de Alemania de 1974 hasta el mundial de Estados Unidos de 1994. Era el olor de las estampillas lo que más me gustaba de todo esto. Tengo un recuerdo de cuando fui con mi clase del colegio a la exposición universal de sevilla en 1992 y en la cama de mi habitación primero abrí todos los sobres de estampillas que me había comprado y después me dediqué a pegar todas las estampillas que no tenía repetidas, si no lo hacía no iba a poder dormir. No todas las marcas de coleccionables tenían su Impresion autoadhesivos, muchos coleccionables tenías que pegar tú mismo con un pegamento las estampillas de cartón en el álbum.

 

Cuando era un niño tenía una insana obsesión con las estampillas, todo el dinero de que disponía me lo gastaba en las estampillas de los mundiales, menos mal que los mundiales son cada cuatro años y no cada año porque de lo contrario me arruinaría y no tendría dinero para comprar chuches que es en lo que me gastaba el dinero en esa época. Recuerdo que tenía unos tacos de estampillas repetidas enormes y un día cuando las llevaba al colegio para cambiarlas se me rompió la goma que las agarraba justamente en un paso de cebra y perdí un montón de estampillas porque no pude recogerlas al abrir el semáforo, menuda depresión que me entró. Ahora lo pienso con serenidad y me hace mucha gracia recordarlo, los que lo vieron desde sus coches se tuvieron que haber reído bastante de mí recogiendo las estampillas del asfalto a toda prisa.

 

Hoy en día por fortuna ya no tengo esa dependencia de las estampillas aunque cuando hay mundiales de fútbol me entra la nostalgia de las estampillas pero ya no tengo edad para hacer esta clase de coleccionables ni para andar comprando estampillas.