Productos gourmet que ya no son caros

Cada vez contamos con una mayor oferta de productos alimenticios en nuestros supermercados. Recibimos mercancías de muchos países que antes no llegaban a nuestras fronteras y eso ha enriquecido nuestra cocina. Hoy, todo el mundo conoce y consume alimentos que hasta hace pocos años eran exclusivos de unos pocos.

Por ejemplo, la cocina japonesa sigue siendo cara, pero ya no tiene nada que ver con la exclusividad de antaño. Tomar un delicioso plato de sushi está al alcance de todo el mundo, ya que lo hay para todos los bolsillos y puede incluso comprarse en el supermercado. Ha dejado, por tanto, de ser un producto gourmet para ser un producto de consumo normal.

También encontramos en los supermercados quesos de vaca franceses baratos pero de una gran calidad. Antes, eran muy caros y difíciles de encontrar porque era un producto de importación que solo estaba disponible en tiendas especializadas. Pero con los mercados abiertos, los quesos del país vecino están disponibles en todas las estanterías de alimentación y podemos degustar la gran variedad de quesos franceses que existen, o al menos una gran parte de ellos, y a precios muy competitivos.

¿Y qué decir de productos como la carne de canguro o de cocodrilo? Seguro que nuestros padres, de jóvenes, ni siquiera se imaginaban que estos animales podían comerse y hoy encontramos su carne en muchos hipermercados sin tener que ir a tiendas especializadas en productos gourmet. Otra cosa es que todavía no tienen un gran éxito porque no son animales que estamos acostumbrados a consumir en España y nos sigue dando un poco de reparo porque no acabamos de verlos como alimentos. No obstante, en otros lugares del mundo son tan habituales como aquí lo es la ternera o el cerdo.

Al igual que sucede con las carnes y las elaboraciones propias de otros países, también encontramos vinos que hasta hace pocos años solo se degustaban en restaurantes especializados y que hoy podemos comprar en cualquier tienda a precios mucho más razonables. Todo esto nos permite viajar gastronómicamente hablando sin tener que movernos de casa. 

Así, podemos organizar noches temáticas dedicadas a países o continentes con nuestros amigos, elaborando platos propios del lugar escogido, bebiendo sus bebidas más características y conociendo un poco más sobre sus costumbres y sobre todo lo que tienen para ofrecernos, al menos en lo que se refiere a la mesa.