Dinero bien invertido

Nunca os ha pasado que, tras una larga, intensa y desagradable jornada laboral, llegas a casa y te preguntas: ¿merece la pena este trabajo? Tenemos días mejores y peores, pero en ocasiones uno duda de si merece la pena el dinero que se gana trabajando, si no sería más saludable ganar un poco menos y vivir un poco mejor. 

En este sentido, la salud es, en mi opinión, una de las razones por las que merece la pena trabajar, aunque suene contradictorio. Muchas veces nos sentimos culpables por comprar una prenda de ropa cara o un reloj. Son productos sin los que podemos vivir. Lo llamamos capricho y nos quedamos más satisfechos, pero yo no trabajo para comprarme caprichos. De lo que nunca me siento culpable es de invertir en mi salud o en la de mi familia.

En la familia de mi mujer hay antecedentes de cáncer. La madre de mi mujer tuvo cáncer de mama. Y aunque lo superó es un hecho que hay que tener en cuenta. Mi mujer es bastante aprensiva y hasta ahora no quiso saber nada sobre posibles análisis. Pero cuando le empecé a hablar de hacer un test genético comenzó a valorarlo. 

Antes de hablar con ella directamente, preferí yo mismo acudir a una cita con la unidad de consejo genetico de una importante clínica. Varios amigos me habían hablado muy bien de ella y tenían razón. Fueron extremadamente claros en la exposición del funcionamiento de los test genéticos. Y también fueron claros con el coste. 

No me gusta nada cuando alguien que me está presentando un servicio se anda con rodeos a la hora de hablar de dinero. Dicen que es feo hablar de dinero pero este mundo es el que es. Por eso, agradecí que me expusieran claramente el coste de cada servicio asociado a la unidad de consejo genético. 

Finalmente conseguí que mi mujer hiciera algunos test relacionados con el riesgo de padecer cáncer debido a su herencia genética. Por suerte, todo salió negativo y nos quedamos mucho más tranquilos. Por cosas como esta sí merece la pena trabajar para ganar dinero.