Aprovechar los recursos de la tierra para conseguir alimentos de calidad

Cada zona tiene unas características y unos recursos que es posible aprovechar para lograr alimentos de gran calidad. Un buen ejemplo es la zona norte de España, especialmente la zona de Asturias y de Galicia, en las cuales existe una gran tradición ganadera. El clima favorece el crecimiento de pastos y por eso, tradicionalmente, se han criado vacas para leche en esta zona.

La leche de pastoreo es la que procede de vacas que se han alimentado de hierba y que están un mínimo de horas al día pastando en libertad. Lógicamente, para que esto pueda llevarse a cabo es necesario contar con suficiente pasto, no solo con grandes extensiones, sino con un pasto que crezca de manera natural y propio de la zona. Y, para que eso ocurra, es necesario un clima concreto. El pasto hace que esta zona de España sea ideal para criar vacas, ovejas y otros animales que se alimentan de pasto.

Este es el modo tradicional en el que las vacas se alimentan en esta zona, pero no la forma en qué lo hacen en las explotaciones ganaderas que han proliferado en los últimos años y en las cuales los animales no tienen unas mínimas condiciones, sino que se les explota para que den más litros de leche incluso a costa de sus condiciones de vida.

Pero ese trato no solo repercute en las condiciones de vida del animal, sino también en la calidad de la leche. El sabor y las propiedades de la leche están íntimamente relacionadas con la alimentación de la vaca y la alimentación natural es la hierba. Si come principalmente hierba, la vaca estará dando leche en las mejores condiciones. Si además el animal está sano, no tiene estrés y no ha sido sometido a inseminaciones excesivas, la leche tendrá más nutrientes y mayor calidad, por lo que podemos afirmar que el bienestar animal sale a cuenta.

Evidentemente, criar una vaca con hierba de pasto, evitarlos partos excesivos, que cuente con una cantidad suficiente de espacio en el campo y que dé menos litros de leche al no darle piensos para aumentar la producción, hace que el coste de un litro de leche sea un poquito más caro que el de una granja de explotación convencional. Sin embargo, las ventajas son tantas que no podemos decir que la leche salga en absoluto cara.