A lucir a la playa 

Todos los años lo mismo, pensé en enero. Me mentalizo para controlarme en Navidad y no coger peso y no hay manera. Conozco un mecanismo que podría funcionar pero sería un poco políticamente incorrecto de cara a la familia: no celebrar la Navidad quedándome en casa encerrado sin ver a nadie. No cogería peso pero tal vez tuviese dos o tres problemas con mi familia. 

Asumiendo que en la Navidad no hay manera de controlar la alimentación porque así lo trae la Constitución Española decidí esforzarme durante el resto del año cuando no hay tanta exigencia a nivel de alteraciones alimenticias. O dicho de otra manera: aunque hay eventos y comilonas durante el resto del año su concentración es menor, así que es más salvable. Desde mediados de enero me puse a dieta y traté de evitar cualquier alteración de mi ritmo normal.

Mi problema principal no es la falta de voluntad, sino la ruptura del ritmo, por llamarlo así: puedo pasarme un mes con una dieta estricta pero si llega un viaje, por ejemplo, en el que ya tengo que comer otras cosas me cuesta muchísimo volver a lo anterior… y crac, vuelta a empezar. 

Durante los primeros meses del año estuve controlándolo todo, mirando cada cosa que comía: el valor nutricional del pescado, mucha fruta, vegetales, poca carne, etc. Rápidamente perdí lo que había cogido en enero… y más. El asunto empezó a funcionar hasta el punto de que me negué a acudir a un par de comidas tradicionalmente obligadas. 

Y me presenté en Semana Santa mejor que nunca. Pero llegaron los temores: debía pasar casi toda la semana en casa de mi suegra, con todo lo que ello implica. Allí no está la cosa como para hablar del valor nutricional del pescado y ponerse a pesar el pan. Allí te comes lo que hay en el plato y se acabó. Y ni una voz: está todo riquísimo.

Pero me las arreglé para fingir problemas de estómago y pude salir a flote. Y una vez superada la ración de comuniones de mayo llegué a junio en la mejor situación. Ahora a lucir a la playa. Y en la próxima Navidad, más problemas de estómago… fingidos.