Un catálogo para impulsar tu negocio

Un negocio necesita de gestos y actuaciones para impulsarlo. Antes, podíamos dejar que un negocio funcionara “solo”, gracias a los clientes habituales y el boca a boca. Pero hoy, la competencia es mucho mayor ya que un cliente puede sentarse en su casa, encender su ordenador o su teléfono y tendrá a su disposición cientos de comercios similares a un solo clic. Por eso, hay que mimar bien a los clientes que acuden a la tienda y conseguir que se vayan con muchas ganas de volver.

Una de las formas de lograrlo es imprimir catalogos con los productos habituales de la tienda, las ofertas más llamativas y los artículos más demandados. Cuando los clientes vengan a hacer la compra, puedes darles un catálogo directamente o bien puedes colocar un expositor en la puerta del comercio para que quienes pasen por la puerta puedan cogerlo.

Estos clientes, al llegar a casa, podrán echar un vistazo a todo lo que tenemos y tal vez llamen su atención cosas en las que no se han fijado en su visita presencial, bien porque fue breve bien porque con tantos estímulos se han perdido algunas cosas. Y eso les animará a volver para adquirirlas. Y ya sabemos que cuando un cliente se va contento dos veces de un mismo establecimiento, las posibilidades de que vuelva aumentan exponencialmente ya que lo van a asociar a buenas experiencias.

Este catálogo impreso se puede subir también a las redes sociales del negocio, o a la Web, incluso cuando no se tiene tienda online. Los clientes podrán ojearlo y escoger qué cosas quieren comprar antes de acudir a la tienda. Por eso es importante que sea un catálogo amplio y lo más profesional posible.

El catálogo debe de estar actualizado, por lo que lo normal es que se impriman varios a lo largo del año. Al menos tiene que imprimirse un catálogo por temporada, pero lo mejor es renovarlo cada mes, dándole de cada vez protagonismo a un tipo de producto. Así, la gente se fijará más en cosas distintas y conocerá rápidamente cuáles son las novedades respecto al catálogo pasado.

Estos catálogos mensuales no tienen que tener absolutamente todos los artículos, sino los más destacados, pudiendo elaborarse un catálogo de mayor tamaño y de duración más larga, por ejemplo anual o semestral. Estos catálogos más amplios se suben también a la Web y redes y pueden tenerse en la tienda para consulta.