En el centro de Porriño 

El sol de la mañana brillaba cálido sobre las bulliciosas calles de Porriño, un pueblecito soñoliento al borde de la civilización. Así había sido durante muchos años, hasta hace poco, cuando las empresas empezaron a instalarse poco a poco y a transformarlo en una prometedora ciudad, como la tienda de estores a medida en Porriño.

 

La jornada de hoy ha sido especialmente animada, ya que los ciudadanos se han reunido para presenciar la apertura de una nueva tienda que prometía aportar algo especial a la creciente metrópolis: persianas a medida. Mientras observaban con expectación, dos hombres salieron de una furgoneta aparcada en el exterior y empezaron a descargar grandes rollos de tela en la acera.

 

Enseguida quedó claro que no se trataba de un estor cualquiera: cada pieza estaba hecha a mano con mimo y atención a cada detalle, desde las costuras estampadas hasta las borlas. Los lugareños no pudieron evitar sentirse atraídos por los hermosos colores y texturas disponibles para sus ventanas, hasta el punto de que pronto hubo gente haciendo cola en la puerta dispuesta a comprarlos

 

A media tarde, casi todas las personas que se habían acercado habían comprado algo en esta nueva tienda. Sin embargo, lo más emocionante fue lo rápido que se corrió la voz por todo Porriño acerca de este increíble lugar: ¡en poco tiempo todo el mundo sabía dónde ir si quería persianas de primera calidad hechas específicamente para ellos! Parecía que miraras donde miraras podías encontrar a alguien mostrando con orgullo su propio conjunto único de decoraciones para ventanas; ¡realmente parecía que no habría dos casas iguales en Porriño!

 

Aquel día supuso un paso más para hacer de Porriño una ciudad de verdad, cuyos habitantes se apasionan por personalizar lo que les rodea sin perder su identidad única como parte de la vasta cultura e historia de Portugal.