Zamburiña, un molusco con múltiples beneficios y curiosidades

Originaria de las rías gallegas, la zamburiña es un ingrediente básico de la gastronomía de Galicia y uno de los moluscos más interesantes desde un punto de vista biológico. Los platos elaborados con este alimento —las zamburiñas a la plancha, por ejemplo— son todo un reclamo en el sector restaurador en cualquier momento del año, ya que dicho molusco puede congelarse, sin renunciar a ninguno de sus valores y propiedades organolépticas.

 

Estas son numerosas, además: fósforo, hierro, ácidos grasos omega 3, vitaminas B3, B12, A, etcétera. No sorprende, pues, la necesidad de contar con un Proveedor zamburiñas congeladas en Pontevedra, Muros, Vigo y otros municipios costeros de Galicia.

 

La zamburiña forma parte de la familia Pectinidae y habita en profundidades oceánicas de hasta cien metros, aunque se las puede localizar adheridas a rocas y conchas en el litoral. Su captura se produce mayormente en las costas de Galicia y de Asturias, donde no es infrecuente localizar restaurantes que sirvan zamburiña a la sidra, lo que demuestra que el gusto por este molusco no es exclusivamente gallego, sino compartido por el resto de la Península.

 

Lejos de los fogones, la singular forma de la zamburiña es uno de los símbolos más reconocibles del Camino de Santiago, la peregrinación con mayor fama internacional. Muchos de los peregrinos que emprenden ruta hasta la catedral de Santiago de Compostela, llevan al cuello un colgante formado por una concha de zamburiña o de vieira, molusco confundible a simple vista con aquel, aunque de sabor muy diferente y de tamaño ligeramente más pequeño.

 

Para los biólogos y amantes de la naturaleza, la zamburiña esconde rarezas varias, como su forma de desplazarse por el agua, mediante propulsión a chorro, en ligeras ráfagas que aplican al abrir y sellar sus caparazones. Esta curiosa forma de nadar es un rasgo fascinante de estos moluscos.