El otro día nos quedamos sin leche entera. Y es que con este niño es difícil tener siempre reservas: es el monstruo de la leche. Tú le pones un biberón en la boca y es muy difícil que te lo vaya a rechazar. Últimamente antes de acostarse se toma tres biberones, más de medio litro de leche en poco más de una hora.

Pero, como digo, el otro día nos quedamos sin leche entera y solo nos quedaba la desnatada que es la que tomamos nosotros. Siempre habíamos interpretado que la leche entera es la que deben tomar los niños a pesar de que hubo un tiempo que estuvo más de moda la desnatada. A pesar de ello,  miramos leche descremada informacion nutricional para cerciorarnos. Las diferencias están en las grasas saturadas.

Los adultos tendemos a beber más leche desnatada porque siempre estamos “guardando la línea”. Pero los niños no tienen esos problemas, sobre todo si son pequeños. El nuestro está en un percentil 25 de peso, así que no tiene por qué moderar nada. Pero hay una cosa con la que no contábamos: el sabor.

El sabor de la leche entera y de la desnatada es bien distinto. Y él lo notó. Cuando le dimos el biberón de leche desnatada empezó a tomarlo pero, pronto, nos echó una ojeada como diciendo: “¿qué es esto blanco que no es lo mío?”. Y al poco tiempo, lo dejó. Esa noche quedó sin su medio litro de leche. Al día siguiente ya fui temprano a comprar y le traje su queridísima leche entera y tomó del doble de lo normal para una mañana: claro, quería resarcirse de la noche anterior.

Luego, buscando por internet, nos asaltaron las dudas de cuál es la mejor leche para los niños, porque en mi época a mí me daban desnatada. Si revisamos la leche descremada informacion nutricional nos volvemos a las grasas saturadas, que no son buenas pero en el caso de la leche, según diversos estudios, no genera problemas de sobrepeso en los niños. De hecho, según un ambicioso estudio hecho en Canadá, se dice que el sobrepeso es mayor en niños sanos que toman habitualmente leche desnatada. Así que nuestro hijo va por buen camino…